Y si de lo entero se hacen pedazos, y de pedazos se arma algo nuevo?
Y si se reconstruye desde lo aprendido y se suma experiencia en el camino para no repetir aquello que nos hizo caer o romper?
Crees en el aprendizaje de la vida? Me resonó una frase meditando: “confía en el sentido que la vida le da a tu camino”.
Confiar. Confiar significa soltar los hilos que crees que manejan tu vida. Confiar significa que no tenes el control de lo que pueda suceder pero aún así tenes la certeza que lo que sucede va a ser lo mejor.
Una decepción. Un sufrimiento. Una pérdida. A veces son parte de lo mejor. Pasa cuando tiene que pasar y de la manera exacta.
Si no fuera así no serías quien sos hoy.
Una meta cumplida, un logro. Un encuentro. La magia del amor y la amistad.
Están en tu vida mostrándote la luz en tanta oscuridad.
El cielo y la tierra. La naturaleza en todo su explendor te dicen a gritos que estás Viva. Estás vivo.
Confiar en la vida no es tampoco no decidir, no poner límites.
Confiar en el curso de la vida quiere decir que estes atento a las señales, que evites forzar cosas que no se dan por naturaleza. Que dejes tu huella pero sin exigir que nadie siga tus pasos.
Porque no se exige. No se reprocha. No se obliga.
Porque estamos en constante crecimiento y esa sabiduría que nos deja un día más de vida, experiencias acumuladas de todo lo que nos rodea y nos conforma nos va a ayudar a dar el primer paso mañana.
Ojalá hoy te sientas afortunado de la vida que tenes. Con anhelo de mejorar y con fortaleza para todo lo que va a llegar en tu camino.
Lo roto no se descarta. Se reconstruye.
Somos parte de un todo. En conjunto, pequeñas piezas que se arman para lograr algo más grande.
Y cada caída te forja la razón, y cada tropezón te pone alerta de la bifurcación. Si crees que necesitas sanar, te digo que lo que más necesitas es aceptar y confiar.
Sobre todo confiar en vos.
