sábado, 13 de abril de 2024

Capacidad de amar 2.

¿Alguna vez te pasó sentir que con querer no alcanza?

¿Alcanza para qué?

¿A dónde hay que llegar?

¿Cuál es el objetivo de querer?

En mi cabeza mucho tiempo resonaron esas preguntas y muchas más. Yo me considero una persona que quiere, que ama. Me gusta querer. Me hace bien. Siento que mi mejor versión es queriendo, a alguien, algo, a mi misma.

Entonces con mucho análisis, con muchas pérdidas, con muchos duelos, mi cabeza seguía preguntándose cosas sobre querer y haciendo ruido y ruido, hasta que comprendí que querer no es pensar, querer es sentir.

Querer ya es suficiente, siempre. Querer es algo absoluto, pleno, sano, noble. No se necesita llegar a ningún lado por querer ni tener ningún objetivo con esa emoción. 

Querer es un poder que muy pocos tenemos, es algo propio que viene de dentro. Y claro que alcanza. Tener la capacidad de amar y sentir es hermoso.

Nadie te puede sacar eso.

Luego en el afán de sumar nuestra mente, deseo y humanidad a ese sentir, le buscamos propósito, sentido, queremos ganar algo por ese sentimiento.

Si queremos algo deseamos tenerlo en nuestro poder, si queremos a alguien deseamos compartir el tiempo con esa persona…

Pero eso ya es otra cosa.

Cuando uno quiere y ama hay algo en el interior que se desbloquea. Hay una fuerza superior que te permite saber que aunque no puedas “tener” eso o a ese alguien, podes seguir queriendo. A la distancia. En silencio. Deseando el bien. 

Hay muchísimas cosas escritas sobre el amor. A través de todos los siglos, culturas, idiomas… es algo que nos atraviesa. 

Es algo que nos cuesta entender pero que todos queremos tener o sentir. 

La mayor confusión es pensar que ese amor va a ser con un otro. Por los padres, por los hijos, por la pareja, por los amigos, por las mascotas, por el prójimo, por uno mismo.

Tantas frases hechas y escuchadas incansablemente. 

Hoy siento que el amor solo es posible en la capacidad de sentirlo. De saber que nadie puede quitarte eso. Ni nadie te lo genera. 

No podes depositar ese poder en un otro. El poder es tuyo.

Lo que si podes hacer es compartir esa energía tan interior de tu ser con aquello que amas para transmitir lo mejor, para desearle cosas buenas, para ser mejor persona.

En los últimos meses me tocó sentir tanto amor, verlo, palparlo, llorarlo, atravesarlo de todas maneras.

Me sentí amada por mi gente. Entendí que yo no hago nada para que me amen, sino que tengo la bendición de tener un círculo de personas capaces de amar y de darme ese amor. 

Una de las personas por las que más amor sentí, siento tener y también recibí amor, se fue de este plano físico que es la vida, y el amor y mi capacidad de amarla sigue conmigo. Ella me amó porque sabía amar, y yo la voy a amar toda mi vida porque entendí que no tengo que tenerla cerca ni poseerla, ni aferrarme a su idea para sentir amor. Ese amor está dentro mío.

Quiero a alguien con todo mi corazón y aunque mi deseo es compartir nuestros caminos de vida juntos, eso no funciona, son decisiones que no dependen solo de mi. Querer no garantiza pertenencia ni permanencia. Y no por eso dejo de querer, no dejo de amar. Mi amor está intacto más allá de no compartir un vínculo. Mi amor hace que cuando piense en esa persona le desee siempre el bien. Y sentir amor hace que sea quien soy y que nadie pueda sacarme esa capacidad de mi interior.

El amor entonces, sería esa capacidad de amar, no es fácil cultivarla, sentirla, aceptarla sin nada a cambio. Que alguien te ame no depende de lo que hagas o dejes de hacer. Amar no depende del otro. Es algo tuyo. 

Cuando ames con todo tu corazón y luego la razón te diga que la otra persona no se lo “merece” puedes decirle a la mente que ya lo sabes. Que no amas al otro por ser un otro, amas porque vos sos un ser de amor y pudiste llegar a ese nivel.

Podes soltar así esos vínculos que no funcionen aunque todavía haya amor. Podes amar de por vida a las personas que ya no están. Podes amar a tus mascotas de la niñez y volver a tener mascotas sin estar engañando su memoria. Podes amarte a vos mismo sin que te domine el ego. 

Podes amar la naturaleza, tu trabajo, tu ciudad, tu hogar.

La capacidad de querer y de amar está en tu interior y te transforma para alejarte de querer poseer, de querer entender el porqué de todo. De querer respuestas y querer que el otro reaccione a tus actos. 

Gracias por estos meses de tanto aprendizaje. Con toda la tristeza y la angustia que entender amar me conlleva.

Con la pelea constante de aceptación entre el sentir y el pensar. 

Que dichosa y afortunada me siento cuando puedo frenar por un momento para observarme y agradecer. Para elegir ser este ser que ama a pesar de no poseer. 

Espero me perdones si estás leyendo esto.

Espero te perdones.

Espero puedas amar. Espero te ames.

Apagón.

 Lunes 28 de abril, apagón general en España y otros países de Europa.  Un día tan atípico como estos me lleva a pensar lo poco que tenemos ...