Etapas, tiempo, procesos, cambios,
crecimiento, retrocesos.
Soy consciente del presente, este momento
en el que vivo y respiro. El hoy es lo único real que tenemos, claro que
también sentimos reales los recuerdos.
Los buenos y los malos. Los segundos nos
inclinan a la tristeza y decepción, a la angustia y las preguntas existenciales.
¿Por qué pasó esto? ¿Por qué aquello? ¿Por qué así?
Pero los recuerdos buenos son el tema
principal de este escrito. Tienen más fuerza que los recuerdos malos. Porque
los recuerdos buenos pueden traer felicidad o aún más tristeza y melancolía que
los malos.
Digo buenos y malos para diferenciar lo
triste de lo feliz. Pero en realidad son todos sucesos necesarios e
indispensables que necesitamos vivir para llegar hoy a ser quienes somos.
Entonces retomamos en esos instantes de
plena felicidad. Te acordás cuando todo estaba bien en tu interior y en tu
exterior. Cuando te sentías satisfecho con todos los aspectos de tu vida.
Cuando no hacía falta el trabajo ni la salud. Cuando cada día había motivos
para sonreír, y también para reír a carcajadas. ¿Pero antes de eso… no
estuviste mal? No hubo tristeza y desesperación. No tuviste mucha
incertidumbre. Estoy segura que te perdiste mil veces antes de ser feliz, y
después fuiste Feliz, después de nuevo algún bajonazo y después nuevamente
razones para sonreír.
Intuyo que todo lo que nos contaron siempre
de la vida Feliz, era mentira. Quiero imponer la NO verdad absoluta. Que esté
correcto ir día a día averiguando qué hacer, cómo hacerlo hasta que nos salga
bien.
Lo que más me ayuda a levantarme cada día
es saber que estuve muchas veces peor de lo que estoy hoy, y lo que más me
motiva aún es recordar lo bien que estuve, lo feliz que fui, y todo lo que
logré. Mis metas hechas realidad, mis sueños sobrepasando las expectativas. Y
sobre todo las sorpresas que la vida me puso en el camino sin siquiera poder
imaginarlas jamás.
Entonces acá estamos. Sí, quizá sea un
momento de mierda, difícil, complicado. Quizá todo lo que te hizo feliz
desapareció. Se fue. Cambió. Mutó. Pero, seamos realistas, estuvimos mucho
peor.
Estuvimos en el fondo del pozo, sin luz y
casi sin esperanza. Estuviste al borde de sentir que ya no había nada más. Y
sabes qué hubo un día más, y otro y otro. Pero no sabemos cuántos más va a
haber.
Así que dale. A darle brillo a los
recuerdos, que te den energía y no melancolía. Lo fuerte que sos no lo quita un
mal momento, una etapa ni un dolor.
Hay cosas que no dependen de nosotros y no
las podemos cambiar.
Pero hay muchas otras que dependen
solamente de nosotros. Somos los únicos responsables de nuestros actos, de lo
que elegimos hacer y no hacer.
Qué mensaje contestar, qué callar, qué
comer, qué hacer, cuánto dormir. No tiene la culpa Dios, ni el universo, ni las
demás personas.
Si necesitas ayuda PEDILA, si podés ayudar
HACELO, y si hoy te toca estar en el peor día de tu vida, mañana va a ser un
poco mejor, te lo garantizo. Y si hoy estas completamente Feliz, disfrutalo,
valoralo y volá, sé Libre.
Cuida todos tus afectos. Grita al mundo te
quieros; reíte de un meme, de alguien que se manchó con comida, de la misma
vida.
Llorá con una peli, recomendá un postre y
abrazá cada vez que puedas.
El amor, la simpleza y la amistad siempre
van a reconfortar. El cariño y la fuerza interna están para que sigas en este
camino.
No sabemos por qué estamos acá. O para qué.
Pero es maravilloso tener esta oportunidad. Disfrutala.
Fuiste Feliz. Y vas a volver a serlo. Y
sobre todo tu presencia y tu persona, tu sola existencia hace feliz a alguien
como a mí.
Te quiero.
Vamos por más.
Y qué lindos recuerdos tenemos nosotras.pronto podremos seguir registrando momentos para convertirlos en maravillosos recuerdos de cada instante que vivimos juntas. Te quiero.
ResponderEliminarCada recuerdo como aprendizaje y cariño al alma. Tan afortunada de tu amistad amiga!
Eliminar