Quien Ama.

 No confundan con débiles a quienes se aventuran al amor, dejando huella con esa ternura inexplicable que transmiten.

No son para nada vulnerables.

Ellos quienes sí aman, quienes sí dan. Ellos que no pierden esperanza y que creen en las miradas mucho más que en las palabras.

Esas personas son especiales y valiosas. Son quienes hacen este mundo un poco mejor.

Porque quien ama no daña. Quien ama no molesta, no odia ni envidia. 

Quien ama tiene la capacidad de desear tanto bien y ayudar a otros a lograr sus metas y verse enaltecidos que lo único que hacen es expandir bondad. 

Quien ama, no siempre es correspondido. Casi nunca me atrevería a decir, al menos en igual medida. 

Ellos que sienten el amor en el cuerpo, en cada célula y sentimientos. Ellos son fuertes y valerosos. Pueden animarse a muchas cosas con tal que sus seres amados sonrían, se sientan cuidados, acompañados y capaces. Ellos son capaces de que los sueños dejen de ser sueños y sean sus metas hechas realidad.

Quien se ama puede hablar de sus anécdotas y sus realizaciones, en vez de proyectos inconclusos o sueños inalcanzables.

Porque amar no es poseer. Amar es un poco acompañar, otro poco transmitir energía llena de luz y el resto es solo un estado propio de goce y seguridad de estar haciendo el bien.

Se cree que quien se lleva la mejor parte es quien es amado, ese que recibe toda esta compasión, acompañamiento, regalos, dulzura y ternura. 

Pero no es así. Quien más dichoso es, es aquel que Ama. Aún sin ser amado. 

Quien ama vive en plenitud. Quien ama se aleja del odio. 

Quien ama tiene la dicha del perdón. Empatía. Tranquilidad.

No son muchos los que aman. Porque no es algo fácil. Amar debe ser practicado diariamente. Amar se aprende, se siembra, se cultiva y se cosecha. 

Amar es tenerse compasión a uno mismo. Es restar castigo en fracasos o errores, sumar agradecimiento y aprendizaje. Amar es entender que no hay nada absoluto ni verdad única. Solo actuar sin mal intencionado, sin envidia, sin desear beneficio propio por dolor ajeno. 

Amar es de lo más vital para vivir en armonía y de lo que más nos alejamos en estos tiempos de cobardía. 

Quien ama va a dejar en vos algo muy especial, incluso si vos lo dañas. 

Porque quien ama no toma venganza, no busca rencor. Intenta alejarse de todo conflicto y nunca actuar en pos de la crueldad.

Amarse a uno mismo.

Amar la naturaleza.

Amar cada instante como único y divino.

Amar las adversidades que nos enseñan.

Amar sin poseer, acompañar sin invadir, abrirse al amor sin reclamar y no frustrarse al no recibir un amor igual.

El camino del autodescubrimiento y la capacidad de amar es tan largo como la vida misma, tan confuso como el infinito del universo y tan valioso como para perecer e intentarlo una y otra vez.

Ama. Recibe amor. Ámate. Da amor.